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Los poderes públicos están obligados a protegerla y hacerla respetar". Y en la misma Carta política se prohíbe: "que los religiosos extranjeros no pudieran entrar en el país y que los superiores extranjeros no pudieran intervenir en la administra– ción de los bienes eclesiásticos" 9 • ¿Cómo se explica esto? Por el surgimiento de una nueva casta política: la de los progresistas. Los progresistas eran intelectuales católicos que clamaban por la suficiencia de las leyes, el respeto a las garantías constitucionales, la suavidad en los métodos gubernativos, la libertad de opiniones. Estaban en contra de los católicos conservadores y en contra de los liberales por el radica– lismo de ambos. Así se explica que acojan en la Constitución a la religión católica y que excluyan del país a los religiosos. Y, ya en el terreno de los hechos, no sólo expulsarán a los religiosos extranjeros, sino también a los propios nacionales. Esto nos ayudará a entender la postura contra los Capuchinos y las dificultades que tuvieron éstos para poder regresar y aun después. Solamente en 1933, cuando José María Velasco Ibarra, de for– mación conservadora, triunfe por primera vez en la contienda po– lítica, los Capuchinos harán un esfuerzo serio por regresar de Colombia. Como este regreso será clandestino y Velasco Ibarra durará en el gobierno menos de un año, en el siguiente gobierno, el de Federico Páez, verán tambalear sus esperanzas de perma– nencia. 1.2. Son dos las figuras eclesiásticas que más influyeron en la vida de los Capuchinos antes del destierro y durante el mismo: el Dr. Pedro Schumacher, Obispo de Manabí y el Dr. Federico González Suárez, Obispo de Ibarra y de Quito. Como ya se ha dicho, el Dr. Schumacher es, sin duda, el más alto defensor de los intereses religioso-conservadores en todo el país. Llegará a excomulgar a Felicísimo López, el cual, en la primera Asamblea Constituyente de Eloy Alfaro, conseguirá, 12

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