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CAPITULO II Las pruebas de la vida rminada la instrucción elemental, Juanito sigue a su padre y hermanos en el cultivo del campo en el Venus. Pero en la cúspide de sus pensamientos y aspiraciones queda siempre Diqs, la vida futura y el deseo de la virtud. En medio de la soledad de los campos y entre los encantos de la naturaleza, oye un latido potente de amor que lo empuja hacia arriba, le acerca al Creador y le inunda el pecho de deleite. De aquí arranca s11 amor a la oración y a la soledad. Su idolatrada madre, que nota llena de satisfacción aquella inclinación que comienza desde los primeros años, sigue complacida sus manifestaciones y la hace progresar con su ejemplo y sus palabras. Y gozándose por una parte en ella y admirándola, examina por otra con atención su marcha . Juanito creciendo en años, se rodea de reserva y mantiene un recogimientJ más avisado y circunspecto.