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Su apostolado en Oubct Hl explicación para que los lectores sepan apreciar cmín traba– josas eran estas misiones . II Terminada la misión del Janate, pasó nuestro Misionero el– día 12 de Setiembre a dar la quinta misión, que fué la de San• Juan de Buenavista, en la misma Parroquia de Morón y partido de la Enramada . Esta misión se dió en el lugar llamado San Juan ele Buenavista, por ser el punto más céntrico de todo el Partido ele la Enramada, y, por consiguiente, el que reunía• mejores condiciones para que la gente pudiera asistir a ella con menos dificultad . Pocas noticias tomadas de los apuntes del P. Esteban, podemos dar de lo acaecido en ella pero aun– que pocas, son bastantes para que podamos cret1r que fué una ele las misiones más completas y ele mayor satisfacción por sus resultados. En efecto , dice nuestro Misionero, que don Pedro Mesa, Capitán ele dicho Partido ele la Enramada, puso• a disposición de la misión toda su autoridad, y con su activi– dad incansable, logró que los Tenientes y Cabos invitasen sin pérdida de tiempo a la santa Misión a todos sus subordi– nados, los cuales acudieron con la mayor presteza, deseosos ele aprovecharse muy de veras ele ella . El resultado no pudo ser más feliz; pues se conmovieron hondamente hasta derramar abundautes lágrimas, hubo grandes llantos y ayes en las gen– tes durante los sermones y vióse claramente por los efectos que no era una simple demostración exterior, hija del senti – mentalismo, sino que nacían ele unos corazones compungidos por el dolor de sus culpas y verdaderamente arrepentidos de ellas. Se confesaron y comulgaron casi todos los habitantes del Partido en número de 500 y se casaron 69 amancebados; no quedaron sin casarse más que dos, y aun éstos se separa– ron de sus concubinas, quedando , por tanto, enteramente libre ele esta plaga todo el Partido . Esta fué la cuarta y última misión que predicó en los Partidos pertenecientes a la Parro– quia de Morón, la cual quedó como transformada por el celo•