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Sn apostolado en Cnba 89 gozaba de muy mala fama entre los demás qne componían esta Bxtensa Parroquia; y no sin razón, porque en los tres cantones <le que se componía, que son San Felipe , Gicotea y el Capitán de España, apenas se contaban unos pocos casados; todas las demás uniones eran de amancebados . El día 18 ;1eO'aron al o Janate, y el mismo día dieron principio a los actos ele la misión. No se acobardaron nuestros Misioneros por la corrupción de costumbres en que vivían aquellos infelices, antes al contra– rio, al ver que se apresuraban a asistir con gran presteza a la misión desde los primeros días, prueba nada equívoca de que deseaban con ansia oir la divina palabra, concibieron una grandísima confianza de que Dios quería hacer alarde ele su poder y mise~·icordia permitiendo que sobreabundase el bien y brillase su gracia donde tanto había abundado el mal, para confnudir al mismo tiempo a los Llemás partidos de Morón. Desde las cuatro de la tarde en que se hacía In señal con el caracol marino, que hacía veces de campana para convocar a la gente, llegaban a banda.das a oir la explicación de la Doc– trina Cristiana, teniendo que vencer uno de los más g·rancles obstáculos. que era el de los caminos, los cuales, a causa de las UuvLls, estaban malísimos. Vióse entonces que aquellos pue– blos que vivían como fieras, metidos en los bosques y sin haber tenido la dicha de que alguien les hiciera conocer a su Dios y Criador, salían de sus guaridas ansiosos de buscar a su Criador, de conocerle y amarle. El fruto que se consiguió en esta misión fué muy abundante, pues se hicieron cuatro comuniones generales, comulgando en ellas como unas 700 personas, se celebraron 33 matrimonios de amancebados y se unieron un_buen mímero de casados que vivían divorciados, con lo que este partido, que había sido el que gozaba de peor fama en toda la Parroquia de Morón, quedó enteramente lün– pio de todo concubinato. El día 8 de setiembre se celebró la función de despedida y se dió la Bendición Papal; con todo, permanecieron aun oyendo confesiones hasta el día 12, habien– do durado esta misión 25 días. Acaso pudiera parecer excesivo el tiempo que empleó en