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CAPÍTULO VI Su apostolado en Cuba (1851) I. Prosigue en la tarea de las misiones con otro compañero. Misión del Janate; cuán excesivo era el trabajo de estas misiones.-II. Mbiones de San Juan de Buenavista y de Ti-Arriba. Contradicciones y fruto que comiguió.-III. Misión en el partido del Ramón. Convierte una Señora protestante. Pequeña misión en el partído de Filipinas.-IV. Misiones de Guantánamo y de la Sabanilla.-V. Misiones de la, Encarnación y de Mayari-Arriba. Mira 0 ,a retrospectiva de sus trabajos en el año de 1851. I Después de haber pasado diez días en Santiag'o para ver en qué paraba la enfermedad de su compañero de Misión el Padre Currius, y viendo que iba mejorando notablemente, volvió a salir ele nuevo a proseg·uir sus correrías apostólicas, llevando por compañero al Presbítero D. Manuel Subirana, a quien Su . Excelencia había designado en sustitución del anterior. Era el P. Subirana otro de los compafi.eros que el P. Claret llevó consigo a Cuba después de haber trabajado no poco en Cata– luña bajo su dirección, cuando éste se dedicaba a las misiones. Trabajó mucho en Cuba, pasó más tarde a las Repúblicas tle Guatemala y Honduras, muriendo en esta última después ele haber hecho mucho fruto entre los salvajes. Siguió a nuestro P. Esteban como compafi.ero de misión cercá de un año conti– nuo, sin interrupción, como vamos a ver: Fueron, pues, a dar la misión en el Partido ele San Felipe, distante 16 leguas de la Capital y perteneciente a la Parroquia de Morón, en el punto denominado el «Janate». Este partido