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80 Vida del P . Adoain granjearon los misioneros en aquella misión, que la despedida costó muchas lágrimas a aquella buena gente. Como ya hemos dicho, el fruto obtenido en esta Santa, Misión fueron mil comuniones y cuarenta matrimonios regu– larizados. JI Al día siguiente ele terminada esta misión, esto es, el dfa. 14 de Junio, salió nuestro misionero para la Misión de Morón. Esta ciudad dista del Caney cuatro leg·uas, y su Parroquia– tiene ocho PaJ'tidos o Distritos, llamados también Capitanías. porque al frente de cada una de ellas hay un Capitán, o• Alcalde, como se llaman en España, y son: el de Morón, San Andrés, Bolaños, Mayari-Arriba, Enramoda, Guaninicun Leo– nart y Guaninicun Arriba. Como la iglesia de esta Parroquia está en el Distrito de Morón, y muy distaute ele los demá& Partidos, esta misión sirvió sólo para los de Morón. Con todo,. fueron despufs a dar misiones en alg·unos de los demás par– tidos, a fin de que todos los feligreses ele Morón pudieran participar de aquel beneficio, como veremos luego. La misma tarde que llegaron dieron principio a la Santa Misión, y a~u– dió bastante g·ente, pero a medida qne fué extendiéndose la noticia de la misión, comenzaron a concurrir de lo más• lejano de sus vecindarios, y no obstante estar situada la igle– sia en sitio despoblado, y ser las lluvias diarias, todos los días que duró la rnisisión estuvo muy concurrida, componiéndose el auditorio más de hombres que de mujeres. mas no porque· la devoción de éstas fuera inferior a la de aquéllos, sino· porque los caminos estaban intransitables para las mujeres a causa del fango que había en ellos. Después de haber explicado los primeros días los requisitos o las condiciones que debe tener una buena confesión, pusié– ronse a oír confesiones, y quedaron gratamente sorprendidos al ver que los que se acercaban a recibir este Sacramento eran jóvenes de veinte a treinta años, y éstos por primera •