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CAPÍTULO V Su apostolado en Cuba (1851). l . El señor Arzobispo le envía a dar misiones con el P. Paladio Currius. Misión del Caney y fruto que en ella hizo.-II. Misión de Morón.– Conversión maravillosa de dos anrnncebados.-III. Misión de Guanini– cum Leonart y fruto considerable obtenido en esta misión; grave enfermedad de su compaiiero.-IV. Muerte desastrosa de dos aman– cebados que no quieren abandonar su mala vida.-Breve relación del P. Curríus sobre las precedentes misiones. I El ilustrado biógrafo del V. P. Claret, Arzobispo de Santia– :go de Cuta y fundador ele los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón ele María, dice de nuestro P. Esteban lo siguiente -con relación a la Misión del Caney: «A más de los com– pañeros que el P. Claret se trajo de España, en Cuba mismo se le juntó un celoso P. Capuchino, llamado Esteban de Acloain, el cual, como fuera muy perseg·uido en la Habana a causa de sus predicaciones, se refugió en la Diócesis de Santiago, en donde trabajó mucho tiempo como misionero, hasta que después de haber pasado a Guatemala, se retiró a un convento de su Orden. Entró. pues, también en el reparto ·que de las misiones hizo el P. Claret, quien le destinó, junta– mente con el P. Paladio Currius, al pueblo del Caney.» Era D. Paladio Cm·rius uno de los celosos y virtuosos sacerdotes que el P. Claret se llevó consigo como compañero. Era natural de Ridaura, provincia y obispado de Gerona; salió a estas tres primeras misiones que vamos a relatar, con el P. Esteban, pero habiendo enfermado gravemente, tuvo que desistir de la vida apostólica. El señor Arzobispo lo nombró •Catedrático de Teología Moral y Mayordomo del Seminario.

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