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ffa apostolado en Cuba 77 52,108 fueron ele niños ilegítimos, y de 41,167 que hubo en el Arzobispado de Santiago durante el mismo período, 22,517, que son mt'ís de la mitad, fueron también ilegítimos . Cuantas personas de mediano criterio llegaban a Cuba lamentaban tan triste situación, no sólo por los intereses relig'iosos, que poco o nada a muchos importaban, sino por los sentimientos de hu– manidad y honradez propios de cualquier nación mediana– mente civilizada, y aun más por los intereses de España, que corrían grave 1·iesgo si continuaban las cosas de la Isla si– g'niendo tan fatal derrotero. <<Principalmente a nuestras pobla– ciones campestres-escribía su corresponsal al periódico La .Espaila, en 26 de Enero de 1849-falta, no solamente el ali– mento espiritual, sino también en algunos lugares las ideas religiosas. Falta este lazo que une los hombres a la sociedad, que arregla sus acciones y corrige sus costumbres. En estos mismos campos tenemos una inmensa población ignorante, nacida en la idolatría y educada en la vida salvaje, que hemos arrancado de sus hogares por medio de un comercio ilícito y que no puede ser justificado más que con el objeto de condu– cirla a la civilización y convertirla al Catolicismo.>, Los enemigos de la Religión y ele la madre Patria, aprove– chándose a maravilla de la ignorancia y de la corrupción del pueblo, sembraron en él doctrinas disolventes y propalaron principios y noticias con el objeto de romper los vínculos que la unían con la metrópoli. Fruto dañino de tan malas semillas fué el partido anti español, que ligado con algunos ambiciosos de los Estados Unidos, luchaba por sacudir el yugo de los españoles y formar de 1a Isla de Cuba una República indepen– diente, como lo habían hecho las demás Colonias que poseía– mos en la América .