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Sn apostolado en Cuba 73 -autoridad eclesiástica. Con todo, creemos que no será temerario el afirmar que sería alguna infame calumnia que Jevantaron contra el Siervo de Dios los que vivían pública y escandalosamente amancebados. como hicieron más tarde -en Santiago de Cuba, acusándole y calumniándole ante la autoridad civil para amedrantarle y obligar co::i esto a la au– toridad eclesiástica a que tomase medidas, · desterrándole de fa Diócesis. Creernos, pues, que esta borrasca que contra él se levantó .fué la misma que más tarde se levantó en la Diócesis de Santiago, debido a los amancebados, personas de influencia y de distinción que no querían abandonar su licenciosa vida, pues ésta fué la causa de su expulsión de Venezuela, y hubiera ·sido también expulsado de la Diócesis de Cuba a no haber -contado con la aprubación y apoyo del señor Ai·zobispo Claret. Nos confirma en este juicio lo que dice el ilustrado escritor de la Vida del P. Claret, es a saber, que este infatigable apóstol fué a la Diócesis de Santiag·o porque en la Habana -era muy perseguido de los malos, a causa de sus predi– •-Oaciones. Y como el pecado capital y la mayor plaga de la Isla de Cuba, lo mismo que ele América, era el amanceba– miento, no hay duda que la persecución p:·oceclió de esta gente, y no ciertamente de la gente del pueblo, la cual, dócil a la voz del misionero, legitimaba canónicamente su unión, -como veremos en esta historia, sino de las personas de mayor -distinción, que eran las llamadas a dar ejemplo al pueblo. En cuanto a la parte que tomó en el asunto la autoridad eclesiástica, parécenos que se habría reducido a aconsejarle que saliera de la Diócesis, lo cual verificó el humilde y obe– diente misionero sin rép lica alguna y sin exhalar por ello fa menor queja contra sus superiores. Que el Siervo de Dios padeció inocentemente esta persecu– •Ción, lo prueba el hecho de que el Obispo de la Habana escribió al señor A:-zobispo de Santiago de Cuba dándole satisfacción ,ele lo que había hecho con él. Además, cuando el P. Esteban ;pasó a la Habana el año de 1856 para embarcarse con dirección

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