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64 Vida del P. A<loain medad de nuestro P. Esteban estaba tan arraigada, que resistió• a todo medicamento. Por más que sintiese la separación de, sus amados indios a qnienes había convertido a la fe, sin embargo, persuadido .como estaba ele que no podía esperar– ya ayuda del Gobierno, quien tanto a ellos como a los de Caribén, había tenido completamente abandonados, de Acha– guas salió para San Fernando y ele aquí para Güigüe , donde– se encontró con los Padres Ugar y Fernández, misioneros del Caribén, que habían vuelto enfermos . Hospedóse en casa del P. Cirilo de Pamplona, uno el e los Capuchinos de la exclarn,– tración , que estaba haciendo ele Párroco en dicho pueblo , quien durante varios meses lo trató como una tierna y cari– ñosa madre. Aun calenturiento como estaba nuestro héroe, le ayudó a predicar en la Cuaresma del año ele 1844, recogiéndose bastante fruto. Terminada la Cuaresma y deseando trabajar en la viña del Señor, por hallarse algün tanto aliviado, pasó a la ciudad de Valencia, capital de la provincia del mismo nombre, en donde, entre otras cosas, instruyó y preparó para la comunión a los presos ele la cárcel. Al cabo de algún tiempo volviéronle las calenturas con más vehemencia que antes, por lo cual se vió precisado a volver ele nuevo a casa de sn buen hermano el P. Cirilo , donde permaneció hasta el 15 ele octubre en que cesaron algún tanto las calenturas, purliendo emprender el camino para la Capital. Aquí se puso en cura en manos ele inteligentes médicos, pero en vano, porque todos los esfuerzos y medicamentos se estre– llaban contra. la resistencia de sus a1·raigadas fiebres. Así pasó ocho meses, unas veces postrado en cama, y otras predicando y confesando cuando cedían algún tanto las calenturas, pero sin desaparecer nunca del todo la enfermedad; en vista ele lo cual, los doctores fueron de parecer que el ünico remedio efi– caz era volver a pasar otra vez el mar, como así sucedió, porque embarcándose en La Guaira el día 8 de Junio del año de 1845, cuando llegó a Burdeos, el día 29 de Julio, estaba casi ente– ramente curado, así como el P. Guillermo ele Ugar . De Burdeos pasó al convento de Capuchinos de Marsella~

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