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Su apostolado en Venezuela 51 a hacer una pieza de 12 varas para sembrar maíz, yuca u otras ,cosas, ya les parece una g·ran cosecha . El trabajo ordinario del indio es recoger cocuira, macanilla y morich, y de estas hierbas sacan una beta de hilo, la tuercen sobre el muslo y con esto hacen los chinchorros y otros hermosos tejidos. El chinchorro es una red cuadrada , como una sábana, cuyas puntas van todas a un punto y en su remate forman como una argolla a donde amarran los hicos o colgaderos, quedando suspensos de la tierra a la altura que quieran . Esta es la cama <le todo aquel país, y para un caminante es la más cómoda, porque la cuelga de cualquier árbol y donde quiere . Los •chinchorros llanos valen cinco pesetas,· los pintados hasta diez y doce pesetas, pero los de Rionegro valen hasta media onza, y más, por estar adornados de varios hermosos plumajes. Hacen también excelentes cestas, de varios colores , propias para la cost ura de las señoritas, y totumas elaboradas con exquisitas pinturas, todo por instinto natural. He visto cua– ,dros de María Santísima trabajados por los indios de Gua– yaqui l con tanta perfección como si fueran obras de un pro– fesor en el arte. Con estos tejidos, los indios y las indias hacen su guayuco o taparrabo y a los niños y niüas se los ponen en el momento que nacen. Todo el lujo de los indios consiste en pintarse de varios colores todo su cuerpo, comenzando desde el rostro; amárrause fuertemente los muslos y los brazos con ,corde les para que se engl'uesen más . Las indias, además de todo esto, desde muy niüas les agujerean los labios inferiores y las orejas, .Y en los labios se ponen por mucho lujo ocho o diez agujas o alfileres, las puntas para fuera , y para hablar las moten con la lengua y con la misma las vuelven á poner con la mayor destreza sin que nadie las observe ; en las orejas se ponen por pendientes unos palitos pintados, como ele una buena pulgada .Y bastante g ruesos para que hagan ele pen– dientes, De este modo se adoman para recibir algún huésped o presentarse al baile. Si no lo hubiéramos visto duda– ríamos muy mucho, Se mantienen con la caza y pesca y todo lo hacen a flecha . Son tan di estros en el manejo de esta