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.44 Vida del P. Acloain cia del Apure. «La provincia del Apure-dice-es una de las trece provincias de la República de Venezuela. Se halla a los 5 grados de la línea, y, por consiguiente, estando en una posi– •Ción más baja que el mar, los calores son exc6sivamente .grandes. Colinda al Este con la Guayana, que la separa el gran_ río Orinoco, al Oeste con la Nueva Granada, al Sur con la Gua– yana y Granada, ele la que la separa el río Meta, y al Norte con las provincias de Caracas y Barinas separadas por el río Apure. La población de gente racional no pasará de treinta mil habi– iantes. Antes era mucho más poblada, pero la fiebre que ele muy pocos años a esta parte se deja ver a la entrada y salida -0.e las aguas, ha despoblado el país. Hará treinta años, era el país más saludable quizá de toda la República, pero ahora es el m{ts enfermizo y calenturiento . Tiene 22 parroquias. y excepto una, todas fueron editicadas por los Capuchinos andaluces desde 1770, poco más o menos, hasta el año de 1820, que tuvieron que salir por la revolución. En la actualidad no hay más que una iglesia en pie, que es la de San Fernando , por ·haberlas dejado arruinar después que dichos misioneros fa lta– ron. Tiene un Gobernador que reside en la capital ele Acha– guas; este nombre se lo puso el R. P. Misionero Alfonso de Castro, que fué quien redujo la tribu llamada Achagüe; como Caracas de la tribu Caracas. La provincia se divide en cuatro •cantones, que son Achaguas, San Fernando, Montecal y Guas– dalito. En lo eclesiástico, el último pertenece al Obispado ele Mérida y los demás al de Caracas. Achaguas y San Fernando tienen alguna forma ele pueblo, todos los demás no tienen ninguna; pues no se encuentran más que vestigios con tres o ,cuatro cabañas y algunas botellas de aguardiente de caña. En San Fernando, a pesar de tener un poco de comercio con Angostura y Nutrias, por el río Apure, no se encuentran media docena de casas de teja, y en Achaguas dos o tres; las -otras son de paja. Desde que faltaron los Misioneros, se fueron para los retiros, llevando cada padre de familia sus hijos e hijas por no estar seguros en la población por la mucha -corrupción que dejó la guerra; después ha seguido y sigue