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40 Vida . dd P. Adoain ,esperanzas de que el Padre de las Misericordias derramaría abundantísimas g·racias sobre aquellos infelices, en los cuales ,se verificaba al pie de la letra lo que dice Jesucristo en el ,Evangelio (1). Como la iglesia de Achaguas era pequeñísima, y apenas podían caber en su interior cien personas, fué menester utili– :zar, para hacer las veces de tal, una hermosa phza que había delante de la puerta del templo, porque corriendo la noticia de que el día 24 de Abril comenzaba la misión, hasta de los lugares más remotos , a donde se habían retirado los indios para no vivir en poblado por haber desaparecido los Misioneros o el Padre en quien tenían toda su confian– ·za, abandonando sus hogares y los bosques en que vivían, volvieron a la capital a ocupar las habitaciones primitins rpara gozar del beneficio ele la Misión. Esta empezaba después <lel toque de oraciones , por ser la hora más cómoda para que pudieran asistir, evitando la fuerza del gran calor que hacía -ele día. Ya que no pudo impedirse el entusiasmo que despertó en qa gente la sola noticia de la misión, ni la asistencia a la mis– ma, no es po~ible decir lo mucho que trabajó el demonio, por medio de sus ministros y emisarios, los hombres más mal vados y libertinos, para impedir el fruto de la misma. Hízose correr por las campiñas la voz de que los Misioneros eran hombres severos y rigurosos y de genio áspero, tanto que a aquellos ·que les confesaban pecados un poco graves, los sacaban del -confesonario a empellones, y en medio de la iglesia, los mal– trataban a puñadas y g0lpes. La gente sencilla e ignorante , si no creyó del todo tales imposturas, &l menos titubeó y no faltó -quien se retrajo de asistir a la misión y de recibir los Sacra– mentos, hasta que se persuadieron de que era una calumnia 'Ínventada por cuatro libertinos que temían quedarse abando– nados, y vieron con sus propios ojos que sucedía todo al revés <le lo que se había propalado, pues tanto mayor era su dulzura, (1) Parvuli petierunt panem et non e1·at qui fmngeret eis.