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390 Vida del P. Adoafo Además del caluroso elogio que hizo de él en la defensa enviada al Capitán General y de los que hizo en cuantas oca– siones se le presentaron, como ·las cartas escritas a Pío IX, al Gobierno de Su Majestad y al Provincial ele Navarra, y que en su lugar insertamos, hállase en -los manuscritos del P. Cla– ret el siguiente elogio que tuvo la amabilidad de enviarnos el R. P . Basilio Zala, C. M. F. «Fray Esteban Adoain, Capuchino. Al principio que yo me hallaba en Santiago, recién llegado, se me presentó este Padre ; vino como huyendo de la Habana, a causa de las persecucio– nes que sufría por lo mucho que predicaba; y con otro sacer– dote de pareja iba también a las misiones. »Este Padre Capuchino era celosísimo y muy práctieo en hacer misiones; tenía mucha maña para sacar de su mala vida a los amancebado,:;. Después se fué a un Convento de Capuchinos de Guatemala. » II El Rdmo. P. José Calasanz de Llevaneras, hoy Cardenal de la Santa Romana Iglesia , prez y lustre de nuestra Orden Ca– puchina, que tomó el hábito en el Convento ele Guatemala en tiempo en que nuestro P. Esteban era Superior de dicho Con– vento , al hacer una breve reseña de cada uno ele los miembros que componían aquella comunidad expulsada, y del estado actual de los mismos, dice de él lo siguiente (1): «Fray Esteban de Adoain, ex Comisario General de Amé– rica Central. Pasó al Convento español ele Bayona, en Francia, evangelizando los países vascongados. Fué fundador y Gua1·– dián de los dos primeros conventos de España, en la actual restauración de la Orden en nuestra patria. Gobernó todos los Capuchinos de España como Vice Comisario, y los de Anda– lucía como Comisario Provincial. Fué grande en obras y vir– tudes, y nuestro más célebre Misionero español en los presen- (1) Cronicón, pág, 229.

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