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CAPITULO XXIII Su apostolado en España (1877 a 1880) I. Da una misión en Antequera y funda en esta ciudad el primer Con– vento de Capuchinos después de la exclaustración -II. Misión de Sanlúcar de Barrameda y fundación del Convento.-III. Misiones de Chipiona, Cuevas Altas, Lebrija, Paradas, Lora del Río y Fuentes.– IV. Sucesos milagrosos.-V. Su edificante muerte y sus exequias. I Antequera fné la primera ciudad de España que después de más de cuarenta años de una inicua excla,1straci6n vió erigirse un humilde convento de Capuchinos, en el cual se congregaron para formar la primera comunidad algunoi!l religiosos del Convento de Bayona, cabiéndole la gloria de ser su fundador y primer Guardián de él a nuestro Padre Esteban. Conocedor sin duda el P. Comisario Apostólico de las rele– vantes cualidades de nuestro Misionero y principalmente de su aptitud especial y exquisito tacto y prudencia para llevar a cabo con perfección esta clase de empresas, de lo cual había dado evidentes pruebas en la fundación de los conventos de la Habana, de Chiquimula y últimamente de Santa Tecla en la República del Salvador, encomendóle también la funda– ción del primer Convento de Capuchinos en España que debía erigirse en la ciudad de Antequera . Pasó a este punto, como queda referido en el Capítulo anterior, e inmediatamen– te puso manos a !a obra, sin dejar por eso de atender a su principal deber, que era la conversión de las almas por medio de las santas misiones; y así, a los pocos días de llegar a la ciudad, dió en ella una misión muy fructuosa, que no contri-

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