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372 Vida clel P. Adoain De Andosilla debía pasar a Azagra a dar m1s10n, mas en virtud de la orden recibida del P. Comisario Apostólico, dejando Azagra, se dirigió a Antequera, en Andalucía, sin retardar ni por unos pocos días su viaje, sin replicar ni decir una palabra, y lo que es más, sin elevar siquiera a su Supe– rior una exposición de los compromisos contraídos, exposición que en nada se opone a la obediencia, y creemos que a estepa– saje de su vida se refiere el panegirista de nuestro Misionero, cuando en su magnífica Oración fúnebre que al final verá el lector íntegra, elijo estas palabras: «Una orden severa ema– nada de un Superior jerárquico, vino una vez a interrumpir las santas tareas del P. Esteban. La situación era Cl'Ítica, la resolución gravísima, la autoridad misma que había obrado bajo el peso de circunstancias delicadísimas. deseaba una palabra del P. Esteban; una de esas palabras que la justicia hace siempre conciliable con la más perfecta obediencia: pero el P. Esteban no la pronunció. » ¡Cuántos actos de obediencia heroica no habría hecho en su larga vida religiosa quien tenía tanto amor a la obediencia y tanto horror a mandar!

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