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Su apostolado en España 371 ella hubo 3,600 comuniones, a pesar de no contar el pueblo de Andosilla sino con 1,473 almas de comunión. La misión se terminó con una procesión general solemne, llevándose el Santísimo Sacramento como en e~ día de Cor– pus, con el Te-Deum y sermón de despedida y la bendición papal y bendición de rosarios y medallas, anunciándose un solemne oficio de difuntos para el día siguiente. »Los Padres Misioneros fueron despedidos por el religioso vecindario de Andosilla con verdaderas pruebas del amor y respeto que les habían merecido. El Cabildo eclesiástico, el Ayuntamiento, los forales y la población entera los acompa– ñaron hasta el paso del Ebro, acercándose a porfía a besarles el hábito. Al pasar por San Adrián recibieron nuevas pruebas de consideración, presentándose a recibirlos el Cabildo y el Ayun– tamiento, engalanando los vecinos los balcones con vistosas colgaduras, y levantando un arco en medio de la calle por donde había de pasar la comitiva. Con estas demostraciones significaron los feligreses de San Adrián la parte que les había cabido en los beneficios de la misión de Andosilla, y unidos a la comitiva de los Padres Misioneros, los siguieron hasta el paso del Ebro, en donde el P. Adoain, después de haber entrado en la barca, dió el último adi,5s y bendijo, levantando el crucifijo, a la muchedumbre que le seguía.» Aquí, mientras estaba dando esta misión, recibió la orden de pasar a Andalucía luego que la termir..ase, lo cual causó un sentimiento muy tierno en todo el vecindario, por ver que no se podía llevar a efecto la misión proyectada de Azagra, y que se marchaban tan lejos, que acaso nunca más les vol– verían a ver. Esto contribuyó a que se les tributara la más grandiosa despedida, con g·randes manifestaciones y demostraciones de cariño, amor y sentimiento por parte de aquellos pueblos. ¡Cerca de 2,000 personas acompañando a dos humildes Capuchinos desde Andosilla hasta San Adrián, cuyos vecinos salieron a la vez a hacer la misma manifes– tación gritando ¡Viva la Divina Pastora! ¡Viva la Religión! ¡Vivan los Capuchinos!