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:294 Vida del P. Adoain Parroquia. Durante el recorrido. la Comunidad cantaba el Miserere, y los tres Misioneros, cada uno con su grupo, iban echando ele vez en cuando saetillas, a fin de cor.mover a los pecadores y excitarlos a la penitencia, lo cual, dice el P. Es– teban, produjo muy buenos resultados. Luego de llegar, se hizo la apertura ele la misión. Hubo en ella un movimiento .extraordinario en toda clase de pecado– res. La concurrencia ele gente muy numerosa y las comu– niones muy nutridas y edificantes. Dieciséis días duró esta misión, durante los cuales dió además ejercicios a los niños y niñas ele la Parroquia para prepararlos a una buena confesión y comunión, y no sólo fué de much0 provecho para ellos, sino que hizo mucho bien hasta en las Dersonas mayores, que por curiosidad o por otros motivos acudían a estos actos. La misi ón terminó el día 31 del mismo mes después ele una luciclísima comunión y de la Bendición Papal. Por la tarde, reunido todo el pueblo en la Parroquia, salió la Divina Pastora acompañada de más ele 8,000 almas, la mayor parte con velas encendidas y dirigióse la procesión a la Parroqui:t ele los Remedios o ele la Escuela para dar allí principio a otra misión. Todos los feligreses de esta Parroquia se hallaban ag·uar– danclo a la Divina Pastora y a la misión, la cual se abrió luego ele llegar la procesión a la 1gresia. Con relación a lo acaecido en ella, dice el P. Esteban: «Es inexplicable el gran fervor de estas genteE'. A pesar de las lluvias, no han dejado ele asis– tir, llenándose la iglesia todos los días. Estando bueno el tiempo, llegaban de las otras parroquias como si jamás hubie– sen oído cosa ninguna. Esta Parroquia tenía mucha necesidad y ha sabido aprovechar:;;e de la divina palabra.» El día 10 de Agosto se <lió por terminada la misión con los actos de cos– tumbre, e inmediatamente se formó la procesión para llevar hasta el Convento la Divina Pastora, a la cual acompañaban más de 3,000 personas con sus velas encendidas, cantando sin cesar himnos en su alabanza. Los frutos fueron 1,200 co– muniones y 64 matrimonios. Esta fué la última misión que predicó este año en Guatemala, y la última también que nos