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272 Vida del P . Adoain II De aquí marchó a dar misión a otros ocho pueblos en los cuales o había habido sublevación o había peligro de ella, con el mismo fin de pacificarlos, comenzando por Mataques– cuintla, distante unas 8 leguas de Santa Rosa, el día l.º c,e Fe– brero, esto es, al día siguiente de terminada la anterior misión. No tenemos más datos de esta misión sino que fué bastante regular la concurrencia a los ejercicios de la misma, pero el efecto que en los oyentes produjeron los sermones de los no– vísimos y el de enemigos predicado por el P. Adoain, fué ex– traordinario como en la Misión de Santa Rosa. Se distribuye– ron 1,600 comuniones y los matrimonios celebrados ascendie– ron a 80. Se terminó el dia 9 con la Bendición Papal. Al día siguiente salió de Mataquescuintla, y tomando el camino que va por la montaüa de la Soledad, llegó a eso de las cuatro de la tarde a Jalapa y acto continuo dió com:enzo a la misión, la cual duró 15 días. Al principio se notó en sus habitantes alguna dureza para convertirse y aprovecharse de la mis:ón, lo cual nada tenía de extraño, pues sabido es que los odios y enemistades entre familias de un mismo pueblo son los frutos de una guerra civil, y aquí precisamente fué donde más se encarnizó la guerra de Los Liicios; razón por la cual este pueblo, que era uno de los pueblos más bellos de la República, quedó reduci– do a un montón de escombrns. Pero al fin venció nuestro Mi– sionero, haciendo un bien inmenso, cual fué el ele deshacer antiguas enemistades, reconciliar los ánimos y pacificar a todos. Comulgaron 1,800 personas, y se celebraron 124 matri– monios canónicos. El día 25 de Febrero pasó a dar otra misión en San Pedro ele Pinola. Esta Parroquia se componía antes de la revolución de puros indios, y como estos fueron quienes con mds encar– necimiento lucharon con los de Jalapa en la mencionada guerra, la población padeció mucho. Como los indígenas no