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Su apostolado en la AméPica Central 265 pues la querían tener allí, no pudiendo resistirse a sus reite– radas súplicas. Los del Tejar, donde hacía poco había dado la misión, salieron a recibir a la Divina Pastora a San Luis, y los de Chimaltenango a San Miguelito. Llenos de júbilo por tanta dicha, la llevaron bajo palio hasta la iglesia con mucha fe y devoción. Aquí les predicó, les aconsejó que ayunasen un día y les impuso algunas otras penitencias para aplacar la ira de Dios, y ¡cosa divina! aquella noche no hubo víctima alguna del cólera. Durante los cinco días que estuvo en esta Parro– quia, todo el pueblo acudió a las misas y sermones, e hizo una devota procesión en la que iban descalzos y cargados unos de cruces, otros de maderos y algunos de piedras, y con eso des– apareció la peste . El día 12 pasó a Comalapa con el mismo objeto, llevando consigo la Divina Pastora. Dos leguas antes dfl llegar, se presentaron los de Comalapa a recibirla cargados con cruces; a una legua del pueblo se reunieron más de 2,000 personas aclamando a la Divina Pastora y llorando a lágrima viva. La tomaron bajo palio como en el pueblo anterior, y cantando sus loores con una buena música, la condujeron a la iglesia parro– quial, la cual con ser ele las más grandes ele la población, se llenó enteramente. Preclicóles haciéndoles ver que la Divina Pastora los venía a visitar en la grandísima aflicción en que se hallaban con ocasión del cólera, pero que para hallar el remedio a tan grande mal, era necesaria una verdadera conversión a Dios . Llenos de fe y devnción, paseáronla por todas las calles del pueblo en los tres días que estuvo aquí, y la peste desapa– reció , quedando todos consoladísimos, volviéndose nuestro P. Esteban a su Convento. ¿,Quién extrañará que a la vista de estos prodigios le tuvieran los indígenas por santo~ Para que se vea cuánto velaba por los intereses de Jesús, cualesquiera que estos fueran, vamos a transcribir la.s palabras de la Madre Encarnación, reformadora de las Hermanas Bet– lemitas, Hijas del Sagrado Corazón de Jesú.s, por las cuales se pone de manifiesto el celo cj_e este apostólico varón por la educación de la juventud, y cuánto ayudó a dicha Madre en