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258 Vida del P. Adoain brado desde Cuba a predicar a esta gente. Esta misión duró una semana, en la cual se les predicaba mañana y tarde. La eficacia de la divina palabra fué tal, que a pesar de ser hombres empecatados, forag·idos y criminales, como de ordi– nario suelen ser, lloraban como niños. El día 3 de Abril, desti– nado para la Comunión, se formó en la misma cárcel un her– moso altar en el que se celebró la santa Misa y se distribuyó la Sagrada Eucaristía. Durante la solemnidad, cuatro seño– ritas cantaron cánticos a la Divina Pastora. Acabada la comu– nión los mismos presos cantaron algunos versos a Jesús Sa– cramentado, que sorprendieron agradablemente y admiraron a los que habían acudido a presenciar este, para ellos, nuevo espectáculo. Después de la acción de gracias, preparáronse las mesas presentándose siete señoras con el almuerzo para los presos; ellas mismas quisieron servirles los manjares, por lo que quedaron muy agradecidos, y no poco edificada la gente que presenció el acto. III El día 18 de Abril salió a dar la Misión de la ermita de Zaragoza, a petición ele su Pcfrroco D. Mariano Callén, aragonés y sacerdote muy celoso en el desempeüo de su ministerio; la misma tarde dió principio a ella. Desde el primer día acudió bastante gente a los actos de la misión, pero ·los días siguientes fué aumentando cada vez más el concurso, porque venían bastantes personas de los pueblos del Tejar, Chimalte– nango, Izapa y Petán, a pesar ele haber algunas horas cie dis– tancia al pueblo de la misión, deseosas de oir la predicación de este Misionero que en poco tiempo se había hecho célebre en la República. Aquí, como en todas las misiones de este Apóstol, la con– moción del pueblo fué muy honda, y los sollozos, lágrimas y llantos de los asistentes eran tan desmedidos durante la predicación, que era preciso decirles que cesasen de llorar. Duró la misión quince días durante los cuales se alimenta-