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Su apostolado en la Amfrica Cenfral 253 dó mucho al mayor fruto de esta misión el Correg·idor Don .José María Mollinedo, qne fué quien la solicitó, haciendo cuanto estuvo de su parte. De este modo, Dios, que es rico en misericordias, bendijo po~· intercesión de su Madre Santí– sima esta primera misión y acreditó a nuestro Misionero, dis– poniendo los ánimos en su favor, con lo cual hizo tanto fruto, que paseó triunfalmente, como vamos a verlo, el estandarte de la Divina Pastora por toda la República. Al siguiente día de terminada la misión, 16 de Enero, sa– lió nuestro Misionero de Escuintla a las cinco de la mañana, acompañado de un inmenso gentío, que iba cantando la Salve y el Ave Jlfaría a la Divina Pastora. a dar la misión en el pue– blo ele García, a donde llegaron a las diez. Dos leguas antes de llegar al pueblo, encontraron levantados arcos de triunfo en el camino por donde habían de pasar los Misioneros, y los ve– cinos les esperaban puestos de rodillas. Aquella misma tarde dió principio a la misión, y como invitase a la gente a acudir pronto y a aprovecharse ele ella, pues solamente estarían unos pocos días, concurrieron ele todas partes con gran solicitud. Los frutos fueron 1,100 comuniones y 112 matrimonios de amancebados. Hay r1ue advertir que los amancebados en Guate– mala eran tantos en nümero o acaso más que en la Isla de Cuba. Nueve días solamente duró esta misión, y así, el día 26 pasó de García a dar la misión en la parroquia de Santa Lucía, que dista seis legaas del punto anterior. Aquí, al ig·ual que en los demás pueblos, salieron a recibir al Misionero el Cura, el .Juez y bda la población en masa, y con músicas, cantos y repiques de campanas, fueron conducidos a la iglesia, dona.e despidieron al pueblo, anunciándole que aquella tarde, al toque ele oraciones. se rezaría el Santo Rosario y a continuación se daría principio a la Santa Misión, como se hizo. Un recibi– miento tan entusiasta hacía presagiar de esta misión los más excelentes frutos, y así fué, en efecto, pues este día se llenó completamente la iglesia, y después fué aumentando cada día el concurso a los actos de la misión, tanto que desde las tres de la mafi.ana, durante todo el día, estaba la iglesia llena de