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242 Vida del P. Adoain III Terminada la misión ele Marañón el día l.º ele Abril , Domingo ele Ramos, pasó aquella misma tarde a Nuevitas y ele aquí, al día siguiente, a la ciu:lacl de Puerto Príncipe, donde estuvo trabajando incesantemente los tres meses ele Abril, Mayo y Junio, como vamos a ver. Colocóse en una celda del antiguo y abandonado convento ele N. S. P. San Francisco, que había en la ciudad, y se propuso vivir como religioso dedicándose a la vida activa y contemplativa. Desde un principio empezó a levantarse a las cuatro. Hacía media hora de oración mental antes de la Misa, celebraba ésta en la iglesia del convento, rezaba el Rosario con g·ozos cantados por el pueblo, y después ele la Misa, se sentaba en el confeso– nario. Por la noche, después del toque ele oraciones, rezaba el Rosario, cantaba el Santo Dios, leía un pnnto ele meditación , y un cántico ele despedida a la Virgen. Todos los cloming·os predicaba pláticas doctrinales, concurriendo mucha gente. Esta fué su vida en todo el mes ele Abril. Sus trabajos fueron mayores en el mes ele Mayo, el c 1 1al se celebró con gran pompa y solemnidad en la iglesia ele la Soledad, predicando todos los días, menos los sábados, en que suspendía la predicación por el confesonario. He aquí algu– nos elatos ele la solemnidad con que se celebraron estos cultos. El último día de Abril, por la tarde, llevóse en procesión, con gran solemnidad la imágen de la Virgen del Amor Hermoso al altar mayor ele dicha iglesia, que estaba ya lujosamente adornado. Colocada la imágen subió al púlpito, rezó él mismo el Rosario con los misterios cantados, acto continuo el Santo Dios y un paneg·írico de la Virgen, y acabado éste, se cantó una solemnísima Salve a toda orque~ta. La función diaria del mes consistía en los actos y ejercicios siguientes: a las seis y media de la tarde Rosario, con los misterios car:.tados, estación al Santísimo, ejercicio ele las flores, canto del Santo Dios y sermón, después del cual, se cantaba el «¡Perdón, ¡oh! Dios