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Sii apostolado en Cuba 241 Padre Valencia, a cuyos habitantes, si bien pocos en número, no pudo abandonar la caridad y el celo del P. Esteban. No estuvo más que tres días, y en ellos dió 56 comuniones, cele– bró tres matrimonios, e inscribió en la Cofradía a 151 perso– nas; colocó el signo ele nuestra redención y pasó a dar la Misión del Cascorro. también jurisdicción de la parroquia ele Sibanicú, dando principio el día 22. El Cascorro es un partido distante dos leguas ele la parro– quia de Sibanicú y forma una hermosa sába::i.a, elevada y seca, atravesada por dos ríos que la fertilizan. Había ya en este tiempo bastantes Cafms reunidas, en las qne vivían unas 200 almas, y existía el proyecto, aprobado por el Gobierno, de formar de ellas un pueblo con su iglesia, estando ya al efecto señaladas las calles, etc. Aquí predicó seis días con singular fruto en todos, pero especialmente en las mujeres, en las que, según dice en sus manuscritos este apostó lico varón, halló muchas virtudes. ¡Qué confusión para aquellas que, frecuentando las iglesias y sacramentos en las ciudades, se hallan siempre con los mismos defectos y vacías de toda virtud sólida y verdadera! Los fru– tos fueron 2:38 comuniones, 9 matrimonios y buen número de alistados en la Archicofradía. Se colocó una Cruz de altura colosal en el mismo sitio señalado para la futura iglesia, y habiendo dado en el mismo lug·ar la Bendición Papal a un concurso que no bajaría de 500 almas, reunidas en aquella soledad, pasó a dar la Misión de Marañón. Su compañero el P. Subirana fué desde Cascorro a Santiago de Cuba, por lo cual tuvo que dar esta pequeña misión y las siguientes sin compañero. Aunque el Marañón pertenecía al partido del Cas– corro, donde acababa de dar misión, sin embargo, suponiendo muy fundadamente que nunca jamás habían oído la divina palabra, pasó a administrar los Sacramentos y predicar tres días. Y, en efecto, no se equivocó; nunca habían oído predicar hasta entonces a ningún misionero, lo cual fué causa de que desde el primer día acudiera toda la gente. El fruto fué 89 co– muniones, 6 matrimqnios y 200 ingresos en la Archicofradía. 16

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