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Su apostolado en Cuba 239 II El día 16, después de celr,brar, salió para Cubitas, y des– pués de comer en este punto, pasaron a hacer noche en el in– genio de Alta Gracia, llegando al siguiente día al lugar donde debía dar la misión que era en las Vegas de Zamaragua– cán, distante de Guanaja 15 leguas. El mismo día dió princi. pio a la misión en una casa de campo, notándose en un principio mucha frialdad, la cual desapareció muy pronto, trocándose en grande fervor y deseo de aprovecharse, de manera que, dejadas todas las diversiones, acudieron con mucho gusto y puntualidad a los ejercicios de la misión los ocho días que esta duró. También aquí había incrédulos y amancebados, pero triunfó la gracia de Dios, y recibieron los sacramentos de Confesión y Comunión. Se celebraron 255 co– muniones, 16 matrimonios y mu~hos se inscribieron en la Archicofradía. El día 25 hizo la ceremonia de colocar la cruz como re– cuerdo de la misión, dió la Bendición Papal y pasó aquella misma tarde a dar la misión del Partido de Maraguán que empezó por la noche, concurriendo alguna gente. La casa en que había empezado la misión había sido escogida y prepa– rada convenientemente, al efecto, por el Capitán del Partido, por creerla la más apropósito por su gran capacidad, mas habiendo llegado al día siguiente el señor Administrador, ordenó que se trasladase a otra casa distante media hora ci.0 la primera, lo cual, lejos de perjudicar a la misión, lo con– sideró nuestro Misionero como trazas de Dios para que el fruto fuera más copioso y abundante, pues los pobres no hu– bieran acudido con tanta libertad a la primera casa como acudieron a ésta, ni se hubieran aprovechado tanto de la pa– labra de Dios. «Si en algún sitio-dice el P. Esteban hablan– do de esta misión-se ha visto gran sumisión, ha sido en este Partido. De todas partes han corrido a esta Santa Misión con el mayor entusiasmo religioso.» El día 6 de Marzo, por