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230 Vida del P. Adoain Esta no duró más que ocho días, desde el 26 de Septiem– bre hasta el día de N. S..P. San Francisco, debido a que casi todos los amancebados habíanse convertido en la primera y quedaban pocos. El demonio, que no duerme y para quien no eran indife– rentes los triunfos apostólicos de este celoso Misionero, quiso estorbar esta misión, sirviéndose pat·a ello sus satélites, los enemigos de Cristo, del medio siguiente. El Ayuntamiento ele Giguani acordó que no se eelebrase la misión, fundánc:.ose en que había una ley o real orden, prohibiendo que se dieran misiones en las poblaciones, y antes de salir nuestro Misione– ro de Santa Rita, avisáronle de esto, es decir, de que el Ayun– tamiento estaba registrando el archivo para ver si encontraba esa ley. No por eso dejó de dirigirse a Giguani una vez ter– minada la misión anterior, sino que el mismo día 26 que llegó, se presentó al momento, como acostumbraba hacerlo, al Gobernador interino, que entonces era D. Mariano Aguado, Oficial del destacamento que guarnecía a Giguani, machucho en todo, en años, en experiencia y formalidad, para pedirle que con su autoridad cooperase al buen éxito de la misión que venía a predicar. Y efectivamente, éste le manifestó que el Ayuntamiento le había pasado un Oficio en el que demandaba se prohibiese la misión, alegando, sin duda, por razón, la que acabamos de apuntar. Mas nuestro P. Esteban le contestó que no estaba en sus atribuciones el poder prohibir la misión, porque el Gobier– no de la Isla había ordenado se prestase todo apoyo a los Misioneros y enviados del señor Arzobispo, como lo era él, y que, por tanto, aquella misma tarde se daría principio a la misión, con lo cual quedó convencido el Oficial y no sabiendo qué contestar, permitió la misión la cual se dió con no peque– ño fruto. ¿Y por qué tanto empeño en impedir la misión? Pues por la misma causa de siempre, porque había dos con,~ejales en aquel Ayuntamiento, y de los más principales de Giguani, que vivían públicamente amancebados, y a todo trance quisie– ron que no fuera el :Misionero.