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Su apostolado en Ouba 227 Una vez solamente se recuerda que haya nevado en Cuba; fué en este año, y no sabemos si por ello tuvo el rfo Cauto en el mes de Mayo una crecida cual nunca se había conocirl.o, tanto que, saliendo de madre, arrastró en su co– rriente casas y animales, dejando a sus habitantes sumidos en espantosa miseria. Hubo 400 comuniones, se celebraron 22 matrimonios, e ingresaron en la Archicofradía 703 per– sonas_ El día 10 de Agosto llegó a Palopicado, a diez leguas de Cauto Abajo, perteneciente en lo político al Partido de Con – tramaestre, y en lo religioso a la Parroquia de Jalusa, y predi– có una misión de seis días en la misma casa donde la habían dado hacía dos años los Padres Misioneros Subirana y Coca . La población de este Partido quedó muy mermada durante el cólera del año de 1852, pues se cebó de tal manera en este lugar, que extinguió muchas familias enteras, a lo cual se añadió en este año la viruela, que causó también muchas víctimas. No obstante haber llovido todos los días, siempre hubo mucha concurrencia. Aunque en todas sus misiones procuraba de un modo especial la conversión de los amancebados , y la extinción en lo posible, del torpe vicio del concubinato por me– dio de la celebración de matrimonios canónicos, sobre todo des– pués que comprobó con la experiencia que, una vez libres de este vicio por el matrimonio, vivían, especialmente las muje– res, con una honestidad envidiable, en ésta declaró guerra sin cuartel a los que habían escapado en la anterior misión, por lo que muchos de ellos se casaron ahora con gran contento del celoso Apóstol, y tuvo también la satisfacción de unir unos cónyuges que vivían divorciados hacía unos treinta afios. Las comuniones fueron 246, los matrimonios 15, y los ins– critos en la Archicofradía 375. De aquí pasó, en la mañana del día 19, al Demajagual, tam– bién en el Contramaestre, dando aquella misma tarde princi– pio a la misión, que duró hasta el día 28 del mismo mes de Agosto. De ella no sabernos otra cosa sino que el fervor de la