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222 Vida del P. Adoain creemos, de la inacción en que hacía cuatro meses es-:;aba, resolvióse el intrépido Misionero a reanudar sus apostólicas tareas. Al efecto, pasó con su compañet·o, el P. Galdácano, a dar una misión en el pueblo de Ti-Arriba, para ver si con el cambio de clima y con el trabajo, desaparecían tan tenaces calenturas; y aunque a primera vista era de temer que se recrudeciesen más, no sucedió así, sino que cedieron a:gún tanto desde :un principio, y poco a poco desaparecieron com– pletamente. El día 4 <lió comienzo a una Novena-Misión en honor del Sagrado Corazón en este pueblo, en el que había dado antes una de las primeras misiones que predicó en la Isla, ::-evi– viendo ahora el fervor rle sus habitantes. Terminada esta Novena el día 12, volvió a la capital para la Semana Santa. En el mes de .Mayo predicó 15 pláticas en la i 5 lesia de Belencito de Santiago, y el día 2 de Junio dió principio a una Novena del Corazón de María en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de dicha ciudad, al mismo tiempo que el P. Galdácano predicaba otra Novena-Misión en la iglesia de Santa Lucía, y otro de los Misioneros en la parroquia de Santo Tomás. A pesar de que acababa de celebrarse el mes de Mayo, en el que se confesaron y comulgaron muchos por devoción, acudió a estas misiones gran concurrencia, y salieron algu– nos del pecado confesándose, comulgando y abandonando su mala vida. El día 11, que fué el destinado para la Comunión general y para terminar la misión, se lleyó procesionalmente la Virgen de los Dolores, desde Belencito, hasta la casa donde estaban los Misioneros, que era el barrio de Tíboli, cerca de la Marina, cantando en todo el trayecto el Santo Rosario, y cuando se reunieron en el punto de la misión, eran ya unas 1,000 personas. Terminó el acto con la ~ovena del Corazón de María. El día 26 de Junio salió de Sani:iago de Cuba con el Padre Francisco Sausoli, sin que sepamos que volviera ya a eata ciudad a lo menos en todo un afio, más que una vez, por unos