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,190 Vida del P. Adoain mero a los obreros y luego al jefe, y a éste siempre, si no en -su persona, en lo que aprecia tanto como las niñas de sus •ojos, que son sus incansables compañeros llenos de caridad y de celo evangélico. »Creo dejar contestados los cargos contra el P. Adoaio, que V. E. me transcribe. Podría la maledicencia ensañarse contra •este buen religioso, pero el Arzobispo de Cuba cree un deber •de conciencia manifestar el juicio que de él ha formado con madurez, detención y conocimiento de causa, y no duda que -servirá de antídoto a la calumnia así como es un justo home– naje a su virtud y celo evangélico..... (Aquí omitimos la de– fensa que hace el señor Obispo de la acusación incidental que -en el oficio del Capitán General se lanza contra el P. Claret, con motivo del cura de las Tunas, ya porque no hace a nues– -tro propósito, ya también en gracia de la brevedad para no alargar demasiado este capítulo, y seg·uimos). »Sin duda he molestado más de lo justo la atención de V. E. pero los cargos eran muchos y convenía hacer ver a lo •que se reducen los excesos supuestos en Misioneros inofensi– vos que en año y medio han recorrido conmigo casi toda la Diócesis, atravesando páramos intransitables, sufriendo esca– -seces de todos géneros, expuestos a los rigores de un clima insufrible para los europeos, sin descansar ni un día solo en todo el año. »Convenía que supiera V. E. que en este año y medio esos -siete hombres, entre ellos el P. Adoain, a quienes más o me– nos se trata por algunos de hacer aparecer como promovedo- 1·es de desórdenes, por dejarse llevar de un celo excesivo, han contribuído eficazmente a ganarse los corazones d3 la -gran mayoría , de la casi totalidad ele mis ovejas que por todas partes bendicen nuestro nombre viendo que por su bien nos -sacrificamos gustosos. Convenía que V. E. supiera que eEtos pobres Misioneros me han ayudado a crear cerca de diez :'.Ilil familias, a dar nombre y carácter en la sociedad a más de -cuarenta mil espúreos cuando menos: servicio inmenso pres– tado a la misma sociedad y a la moral pública y privada y