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188 Vida del P. Adoain »Dos um0os cargos quedan por contestar respecb del P. Adoain, y de intento los he dejado para lo último; el pri– mero por tratarse de un hecho ocurrido eu distinto paraje de ·Cauto, en Santa Cruz; y el segundo, por lo extraño y ajeno ,por su propia naturaleza de todo otro tribunal que el del Obispo. »Según la comunicación de V. E., el P. Adoain promo1Jió lamentables escenas en Santa O;•u1, arrancando ht ima,r¡e:i del Redentor y de la Pastora del Templo t?-asladándolas a sii alo– jamiento. »Esto sabe V. E. y es verdad, pero no se lo han dicho más que a medias. No le han dicho quo llevaban los misioneros trece días de predicar, ensenar, amonestar y excitar a la -;ieni– tencia, y en tanto tiempo, escasamente confesaron a 20 adultos. No le han dicho a V. E. que para ver de mover al pueblo, pre– pararon también a los niños para su primera Comunión y la ~elebraron, y ni ese tiArnú ARpect:1culo logró mover a aquellos corazones hasta entonces endurecidos. No han dicho a V. E. que perdiendo el tiempo inútilmente y debiendo acudir a otras .partes, pensaron en dejar a Santa Cruz y creyeron deber hacer el último recurso con intención de mudar de idea, 1;i el ,pueblo se conmovía; y así pensando, recogieron sus propias imágenes que llevan en la Misión, no las de la ig·lesia; cir– cunstancia, que si V. E. no tenía en cuenta por no saberla, tal vez creyera que cometieron un despojo. Con ·esta expli– cación el hecho varía completamente de especie; me pa::-ece que V. E. convendrá en ello conmigo. Y ahora debo yo aña– dir que Jesucristo mandó expresamente a sus Apóstoles que cuando en alguna parte no les recibieran, sacudieran hasta el polvo del calzado y huyesen. Pues el único medio de recibir ·una misión y de prestarle oídos propicios es acudir a la fuente de la g·racia, al Tribunal de la Penitencia. Y tqué resultó de esta santa estratag·ema'? Lo que era de esperar: el pueblo se movió a arrepentimiento y el fruto de la misión fué extra– ordinario . Se alarmó el Teniente Gobernador, es verdad, .según dicen los mismos Misioneros; mas bien pronto se