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186 Vida del P. .Adoain rarse de las mujeres con quienes habitaban. Es decir, que uo consejo tan digno, tan conforme a la moral y tan evangélico– se ha desfigurado hasta el punto de suponer en su lugar un, ridículo proceder que no tiene base en que sostenerse . »Tampoco es exacto el cargo de la coacción moral contra D. Miguel Milán. Se presentó la manceba y no él, al principio,.. a pesar de haber sido citado como los demás de la listq, y aseguró ella en sn nombre que se quería casar. Corrida la primera amonestación después de presentarse Milán y no– oponerse en forma, lo hizo entonces y se le borró de la lista. tratándose de reducirlo a que señalara alimentos a sus hijos ,. y se separase de la manceba. A esto se reduce toda la coacción, que con él se ejercitó. »Tres veces pidieron los Misioneros al Capitán Pedáneo que– hiciese comparecer a D. Perfecto González, y el Pedánec, o no– contestó o dijo que no estaba en el partido, siendo así que les.– constaba lo contrario por llegar a su noticia alguna de esas veces que estaba en el mismo Cauto por avisos que les éaban, de haberlo visto personas fidedignas. Si se incluyó en la lista, ele proclamados por equivocación entre tantos. debió presen– tarse, aunque no fuera más que a reclamar, y jamás le vieron– los misioneros. »Con esto quedan contestados los casos especiales de Cauto contra el P. Esteban de Adoain. Como V. E. no me especifica, otros de esta clase, no puedo decir más, sino que tal vez ado– lezcan ele iguales defectos; suposición que no puede creerse– aventurada , ya que de estos otros aparece que no ha procedido– ele ligero, sino con discreción y prudencia, por más qne su santo deseo ele evitar pecados y corregir abusos sea suficiente– motivo para granjearse enemigos. »Para este lugar creí conveniente contestar a otro cargo que nada significa, a saber: que disponga abusivamen-:;e de· los cabos de ronda para citar persona~ amancebadas firmán– dose el Oapncliino. Así vertida la especie no resultan sino dos.– cosas inofensivas: l.ª que los cabos se prestaran a servirle al> efecto y los Capitanes no opusieran la menor resiste:::icia,.

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