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Su apostolado en Cuba 153 En esta misión no tuvo que luchar con los amancebados, porque muchos habían contraído matrimonio en la de Baya– mo, y ahora lo hicieron solo 8 de ellos. III El día 16 fué el último de la misión; hubo Comunión ge– neral, Bendición Papal y colocación de la cruz, marchándose el mismo día para poder dar comienzo por la noche a la mi– sión del Horno. El Horno era un Partido de Bayamo, perteneciente como el anterior a la Parroquia de San Juan, cuya población ascendía a unos 2,000 habitantes repartidos en siete Cantones. El cli– ma es muy saludable y la tierra fértil para tabaco y maíz. Como todos los amancebados que había en este Partido ha– bían sido llamados cuando se dió la misión en la ciudad y se habían casado casi todos, el trabajo se redujo al púlpito y -0onfesonario cargando él con todo. Había allí una iglesia de San Pablo, pero como resultaba pequeña para el concurso •que asistía, habilitó para templo una grande enramada, en la que colocó el altar, el púlpito y todo lo demás que acos– tumbraban en estos casos. En esta misión no tuvo contradicción ni oposición alguna por parte de los amancebados, quienes eran los autores de la guerra que se hacía a las misiones, antes al contrario, se apro– vecharon tan bien de ella y tal fué el fervor de los horneros, que desde las dos de la mañana en que le llamaban al confe– sonario, estaba oyendo confesiones hasta las once o doce del día, sin poder levantarse, y por la tarde se ocupaba en admi– nistrar este sacramento desde las tres y media hasta la hora señalada para los ejercicios de la misión. Todavía fné aumen– tando el concurso al confesonario cuando se les anunció que se daría la Comunión general el día 24, y la víspera estuvo recon– ciliando a la gente sin descansar un momento, por lo que la comunión del día 24 resultó muy lucida. Viendo que la mies era mucha y estaba bien sazonada,
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