BCCCAP00000000000000000001226

Sn apostolado en Cnbct 139 nuestro Misionero hubiera ido a dar esta misión desde Gira– coa, antes de ir a las Barrancas, pues el Zarzal pertenecía, como Giracoa, a la misma Parroquia, y así lo habían pensado, pero alg'unos, que sin duda tenían interés en que la misión no se diera en este punto, persuadieron al Señor Arzobispo que todos los habitantes ele Zarzal habían asistido a la misión que S. E. I. había dado en la Parroquia de Jara, y por eso cambiaron de plan. Pero informado después de que había sucedido todo lo contrario, mandó al P. Esteban que vol– viera a limpiar ele inmundicias este rincón ele la Parroquia de Jara. Hemos dicho que le persuadieron maliciosamente algu– nos que tenían interés en que no se diera la misión, y no cierta– mente sin motivo, pues, como veremos después, un vecino de este lugar fué excomulgado nominatim por el Santo Arzobispo, porque no sólo se burla½a de las disposiciones que dicho Pre– lado tomaba para arreglar matrimonios entre gente de mal vivir, sino que influía en el ánimo de otros con sus palabras y malos ejemplos. Esto y otras cosas que sucedieron en la misión nos hacen creer que quisieron engañar a S. I., a fin de que no fueran allá los Misioneros. A los 30 días del mes ele Julio, principió la santa misión; en la primera y segunda noche no asistió mucha gente debido en parte a las lluvias, pero mucho más aún a la propaganda que en contra de la misión y de los misioneros hacían algunos individuos que solían ser o los amancebados, o los amos que abusaban de sus esclavos. Unos y otros, ya que no pudieron impedir que se diera la misión, al menos quisieron estorbarla aconsejando a los demás que no concurrieran a ella. Con todo, el domingo acudió mucha gente del Zarzal y de los distritos que con él confinaban, y desde entonces fué siempre aumen– tando el concurso, de modo que los enemigos de la misión se vieron confundidos, humillados y vencidos en su intento. Viendo que no les era posible impedir la asistencia del pueblo, en general, tocaron otro resorte, y fué disuadir a los amance– bados de que se casasen, no cediendo ni a las exhortaciones,