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124 Vida del P. Adoain -siguiente, día 9, tendría lugar la primera Comunión general, todos empezaron a confesarse para disponerse a recibirla con fruto. Y como nuestro Misionero les manifestase su deseo de que los padres de familia fuesen los primeros en acercarse a este Sacramento para dar ejemplo a sus hijos, así lo hicieron, pre– ·sentándose los primeros; tan obedientes se mostraron aun a 'las insinuaciones de los Misioneros, los cuales se habían hecho -dueños de sus corazones. Con todo, no faltaron algunos, aunque pocos, que en vez de aprovecharse de la misión como lo restante del pueblo, concibieron la diabólica idea de estor– barla, echando clandestinamente el tercer día, mientras pre– dicaba el P. Esteban, en el local que les servía de iglesia una sustancia que despedía tan pestilencia! e inaguantable hedor, que toda la gente que asistía a la función empezó a qU<~jarse y querer salirse del sermón, mas pudo calmarlos y no pasó nada ni se interrumpió la misión, sino que, persuadido de ,que era un ardid del demonio, lo consideró como manifiesto jndicio por el que se le daba a entender que el Señor iba a ·derramar de un modo especial sus bendiciones en la misión, -como así sucedió. El día 9 fué de extraordinario regocijo y alegría para todos 'los habitantes por celebrarse la primera Comunión g eneral, en la que tomaron parte, sólo del Partido de la Güira, 171 per– ·sonas, número muy considerable para la población. Varias vece:;; sucedió en las misiones del Siervo de Dios, ·que en los mismos días de tanta alegría para los que sabían aprovecharse de la misión, ocurría alguna desgracia o trágica muerte a algunos de los que despreciaban la gracia del Cielo, y justamente creían todos que era castigo de Dios. El ejemplo se repitió allí con un sujeto amancebado, quien después de hacerse proclamar en la misión celebrada el año anterior en el Caney, cediendo a las exhortaciones de los Misioneros, volvió atrás y prefirió continuar en su criminal unión. En un día tan feliz y dichoso para sus compatriotas y hermanos, cual fué -este de la Comunión g·eneral, sobrevino a este desgraciado una