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Su apostolado en Ciibci se quedaron a pernoctar en el pueblo del Caney, en donde el P. Esteban predicó aquella noche del modo como debían san.:. tificar el mes de María para atraerse las bendiciones del cielo, siendo tan bien recibidas sus exhortaciones y palabras, que durante todo el mes acudió mucha gente a los piadosos ejer– cicios que se celebraron para honrar a la Santísima Virgen. Al siguiente día por la mañana llegaron al punto donde debía darse la misión, que era, por falta de iglesia, una casa, o, por mejor decir, una tienda de D. Salvador Vi:-gili, cata– lán, mny grande y capaz, pero muy abandonada, arruinada y llena de goteras, de suerte que ningún abrigo ofrecía contra las inclemencias del tiempo. Como la tienda debía de hacer las veces de iglesia, erigieron en ella un altar, el púlpito y las demás cosas que les eran necesarias, celebrando la Santa Misa el P. Sanmartí, con asistencia de algunas personas, aquella misma mañana . Escogióse este lugar para dar la misión, a fin de que pudie– ran acudir los que quisiesen de los Partidos de la Candelaria. de las dos Boscas y de la Parroquia de Morón, que estaban las más próximas, y aPí sucedió, pues no solamente acudió la gente de estos Partidos, sino también de otros más lejanos . E1 señor Teniente D. Antonio Carrión, que hacía las veces de Capitán, se portó muy bien, pues se presentó a los Misioneros ofreciendo su cooperación para cuanto pudiese redundar en bien de la misión . Desde luego suplicáronle los Padres que cital'a todo el Partido a la misión, que les presentara la lista de los amancebados que en él había y que pusiera los cabos a sus órdenes, cumpliéndolo todo al pie de la letra, corno lo deseaban. Nada es de extrañar que la misión produjera ópimos frutos con tan eficaz cooperación. Empezada ésta el día 3 por· la tarde, se reunió la mayor parte de las personas del Partido, y desde el siguiente día comenzaron a predicar las materias propias de la misión, es a saber: las pláticas doctrinales sobre la confesión y las verdades eternas; y como sus corazones esta.., ban tan bien dispuestos, era muy bien recibida la divina palabra, tanto, que con sólo anunciarles que el domingo,
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