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CAPITULO VIII Su apostolado en Cuba (1852) I. Misión de la Güira. Muerte de un amancebado.-!!. M:isión de Santa Cruz. Medio de que se sirvió para sacar a sus habitantes del letargo en que yacían. El Señor .Arzobispo en Santa Cruz. Trágica nn~erte de dos amancebados .-III. Misi ón de Guá.-IV. Misión de Gibacoa. Sui– cidio de un amancebado.-V. Misión en la Parroquia de San Fructuo– so. El Señor .Arzobispo en la misión.-VI. Misión del Zarzal.-VII .. Célebre mislón del Bayamo. Oposición de algunos a la misión. Su Ilus– trísima excomulga norninatim a un amancebado. Septenar:o a la Divina Pastora en la misma ciudad. I Terminada la m1s1on a los presidarios el día 2 de Mayo, empezó sus correrías apostólicas por el Partido de la Güira, en el Caney, en el cual no pudo o no creyó necesario dar misión cuando el año anterior, por el mes de Mayo, la <lió en el Caney. Enterado el Señor Arzobispo de que en este Partido había bas– tante gente y que muchos de ellos vtvían en mal estado, le mvió, dándole por compañero al Misionero D. Lorenzo San– martí, Sacerdote joven y amable, natural de un pueblecito de· la Diócesis de Solsona, llamado La Cnrrín, quien se había ofre– cido al P. Claret por compañero de sus tareas Apostólicrn. En Cuba empezó a dar misiones con el Pi·esbítero D. Antonio Bar– jáu desde Mayo del año anterior, continuó ahora con n-1estro Padre Esteban cerca de un año, cabiéndole parte en los triun– fos apostólicos y en las persecuciones de este gran Misionero, como verán nuestros lectores en la relación de las misiones, y, por último, el Señor Arzobispo le nombró Vicario Foráneo, pero– renunciando el cargo, ingresó más tarde en la Compañía de· Jesús. Rl día 2 por la tarde salieron ambos Misioneros ele Cuba y