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112 Vida del P. Adoain todos, pueblo y autoridades, entusiasmados, contribc.yeron espontáneamente y en la medida ele sus fuerzas a sufragar los gastos que había ele ocasionar la celebración ele estas funcio– nes qüe nunca se habían celebrado. El Alférez D. José María Pizani se encargó del Monumento y de la Cruz de la misión, y el Comandante hizo una colecta con muy buen resultado. El Domingo ele Ramos se hizo la ceremonia de la bendición de los ramos, celebróse la procesión y se cantó la Pasión. El Jueves Santo cantaron en la Iglesia los maitines ele tinieblas, y como nunca habían visto un Monumento, ni celebrar las funcio".'.les ele estos días con tanta solemnidad, no acababan de admirarse y salir ele su asombro. Desde el Lunes Santo se ocuparon en el confesonario todos los :lías, desde la mañana hasta las diez ele la noche, excepto el tiempo en que celebraban las funciones; así es que el día de Jueves Santo se celebró nueva Comunión general solemnísima por devoción de la gente, en la que comulgó por segunda vez el Comandante con gran edificación ele t,Jclo el pueblo, y por la noche predicó nuestro Misionero un sermón sobre la institución del Santísimo Sacramento. El primer ::lía ele Pascua, después de verificarse la procesión con el Santísimo, tuvo lugar la Comunión general ele los niños y niñas que habían sido instruíclos y preparados durante la Santa Misión, la que resultó muy concurrida. Los frutos recogidos en esta misión por nuestros Misioneros correspondieron a sus trabajos y al fervor de aquellas gentes, pues comulgaron durante ella 3. 000 o más personas, se celebraron más de 220 matrimonios de gente que llevaba mala vida; los que se separaron de sus con– cubinas y se unieron a sus legítimas mujeres, de quienes esta– ban apartados, fueron también en gran núm0ro. Tres amance– bados murieron en el tiempo ele la misión y otros tres o cuatro se mostraron rebeldes a los consejos y amonestaciones de los Misioneros, pero los demás salieron todos de su mal estado. El segun do día de Pascua por la tarde se colocó la hermo– sa Cruz ele 7 varas ele alta, hecha por el cabo del piquete que estaba ele guarnición en el pueblo, y acto continuo , se predi– có el sermón ele despedida y se clió la Bendición Papal.

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