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Sz¿ apostolado en Cnba lOT gacla fué a visitar al Señor Gobernador ele la ciudad, quien se ofreció a ayudarles en todo cuanto los Misioneros creyeran conveniente para asegurar el éxito de la misión. A este fin, dió orden de que se cerrasen todos los comercios durante los actos de la misión, que debían celebrarse por la noche, y con– forme lo ordenó, así se cumplió. Estaba la gente tan bien dispuesta en favor de la misión, que desde el primer día en que se dió principio a ella, que fué el J 8 de Enero, asistieron a las explicaciones ele la doctrina cristiana, no sólo los niños y las niñas, sino también las princi– pales señoritas de la población, ele 16 a 20 años de edad, mani– festando tan vivos deseos ele instruirse en los principios y verdades de nuestra Religión Católica, que acudían dos veces al día, mañana y tarde, a dichas instrucciones, sin que fueran obst{tculo para impedirles la asistencia, ni las lluvias, ni el mal piso ele los caminos. Viendo el P. Esteban que la Iglesia estaba por la maña– na llena de tierra a causa del inmenso gentío que acudió a la misión. suplicó a las jóvenes, a quienes hallaba tan fervoro-• sas, que hicieran el favor de barrerla todos los días por la mariana, después ele misa, y ellas muy contentas se presenta– ron luego con sus escobas, siendo ele notar que pertenecían a las familias más pudientes, y barrieron ellas mismas la Iglesia cuantos días duró la misión; cosa, dice el Padre, que jamás vieron los mortales de aquellas tierras . Para formarse idea del entusiamo que reinaba en toda la parroquia por la misión, basta consignar este dato; que asis– tieron a ella personas que vivían en caseríos distantes ele la iglesia doce y hasta treinta legul'I.S. La primera comunión general se celebró el día primero de Febrero, siendo muy numerosa. La seg·uncla, que fué ele los niños y niñas instruídos en la misión, tuvo lugar el día 2 de Febrero, fiesta ele la Purificación ele Nuestra Señora. Este acto tan tierno acabó ele conmover a los más endurecidos y empe– dernidos pecadores, los cuales todos se apresuraron a imitar el ejemplo de inocentes criaturas, recibiendo los Santos Sa-