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Sn apostolado en Cnba 105 producciones, pero de un modo singular por el tabaco, que es tan superior como el de la parte llamada Vuelta de Abajo de la Habana. Antes de llegar nuestro Misionero, este pueblo no era más que una madriguera y asilo donde se refugiaban to– dos los facinerosos de la provincia de Santiago de Cuba, razón por la cual, no es de extrañar, que, según confesión del Padre Esteban, en ningún pueblo hubiese encontrado tantos aman– cebados, incestuosos, adúlteros y divorciados. Pero ¿,quién es capaz de resistir al poder de la divina gracia'? Ko había difi– cultad alguna insuperable para el espíritu fervoroso y celo apostólico de este Misionero animado del espíritu del Señor, por lo cual este pueblo de tan escandalosas costumbres y de tan mala fama, so vió más humillado y compungido que todos los demás . Desde el primer día de la misión se llenó el templo, y como en los días siguientes creciese aün el audiwrio y no cu– piese en la ig'lesia, tenían que asistir a la mis:ón fuera del templo, en una gran plaza que había delante del mismo. Los frutos de esta misión fueron muy considerables. Hubo cuatro comuniones generales, de las cuales la primera se veri– ficó el día primero del afio de 1852, acercándose a recibir el pan ele los ángeles unas 300 personas, y siendo los primeros en dar ejemplo el Comandante del Puerto, Don Tomás García, y el Ofi– cial del destacamento que estaba en Sagua, quienes tuvieron la toalla o pafio <le comunión. El día 4 se celebró la segunda comunión general del mismo modo que la primera. El día de Reyes tuvo lugar la comunión de los niños y las niñas que habían sido preparados en la misión, y el día 11 se hizo la cuarta y última, habiendo comulgado en todas cuatro unas :i.,500 personas . Contrajeron matrimonio 130 amancebados y se volvieron a unir con sus legítimas consortes casi todos los que vivían divol'ciados . La transformación que se obró en el pueblo fué tal que superó las esperanzas de todos, confesando a los Misioneros a una voz «que no esperaban se hiciera tanto fruto.» Después de dar la Bendición Papal procedióse a la bendi-

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