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Sii apostolado en Cuba 95 tan asquerosa plag·a. Todos los divorciados se unieron con sus legítimas esposas. ¡Qué eficacia la ele la divina gracia que en tanta abundancia se derrama en las santas misiones! ¡Qué poder el de la divina palabra, semejante a una espada ele dos filos, pertingens usque ad divisioneni cinimm et spiritirs, como dice el Apóstol San Pablo! III El clia 23 ele Octubre, después de terminada esta misión, pasó a los Inguas, Partido limítrofe del anterior ele Ti-Arriba, con el fin de dar una pequeña misión en una Hacienda deno– minada «La Simpatía» propiedad del Capitán Peciáneo D. Gus– tavo Heredia; pero las lluvias fueron tan fr?.cuentes y copiosas, que nadie pudo asistir, así es que no hicieron más que catequi– zar los esclavos de.la misma hacienda. Viendo, pues, que aquí no podían dar una misión, dirigiéronse al partido del Ramón, a donde llegaron el día 27 ele Octubre. La misma tarde dieron principio a la misión, elig·ienclo como punto más a propósito para este objeto, por falta ele iglesia, la hacienda de una se- 11ora llamada D.ª Rosa Ga1·cía, que estaba en el centro del Distrito, en la que se improvisó la iglesia como en semejan– tes casos acostumbraban y queda referido en otro lugar. El resultado fué sumamente satisfactorio. Por ausencia del Capi– tán, citó el Señor Teniente a la misión a todo el Partido, y como éste estaba ya sin eluda prevenido en favor ele la misma por las noticias del fruto que habían recogido los Misio– neros en Ti-Arriba, asistieron todos con grancies ansias de oir La divina palabl·a. Como los Misioneros los vieron tan bien dispuestos, empezaron, sin pérdida de tiempo, a oír con– fesiones, de manera que pudo hacerse la primera comunión general el día 2 ele Noviembre, esto es, a los seis días de co– menzada la Misión. Siguieron así confesando hasta el día 5, en el que celebraron la ültima comunión general y la función de despedida con la Bendición Papal. Las comuniones fuero11 400 y los matrimonios de amancebados 31, incluyendo entre