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5 ¿Cual debe ser mi vida para 1 que mi · muerte sea la de un buen cristiano? ·~ Para que mi muerte sea la de un buen cristiano, es preciso que mi vida sea la de un buen cristiano que refrena todas sus malas pasiones y consagra su ser a cum– plir en todo la voluntad de Dios. ¿Cómo podemos clasificar a los cristia– nos que viven en el mundo? Los podemos clasificar en tres ór– denes: El primero, el de aquellos que están _bautizados, pero que nada se cuidan de cumplir los mandamientos de Dios N. S. y de la Santa Iglesia; El segundo, el de aquellos que guar– dan los Mandamientos, pero los guardan solo por temor de ir al infierno y no se preocupan de los consejos del Santo Evangelio; El tercero, el de aquellos que guar– dan los mandamientos más por amor de Dios, que por temor del infierno o deseo de ir al cielo, y además procuran en la