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reza de vuestros actos. La dulzura que gustaréis en la contemplación de Dios en– cenderá en vuestro corazón los ardores de la caridad: el amor de Dios y el amor del prójimo.» (San Antonio.) .,.La meditación de las verdades de la fe. He ahí la fragua de que sacaba vida y energías San Antonio. Antes de dedicarse al ministerio pasó un año en un eremito– rio, enteramente dado a la oración y al re– cuerdo de la vida de Cristo. Su vida toda fue vida de oración y sus sermones y es– critos no eran sino el desbordamiento de la contemplación divina. Antes de su muerte se retiró a un bosque donde se dio totalmente a la oración y penitencia, ex– clamando con el Apóstol: <nuestra con– versión está en el Cielo». Así fue San An.tonio. Si vivía sólo para Dios es porque vivía sólo de Dios.. • Vivamos de las verdades de la fe y ella se reflejará en nuestra vida exterior. DIA NOVENO REFLEXION cN o son los que dicen Señor, Señor, los que entrarán en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de Dios. Ahora bien, Dios quiere que socorráis a vuestros - 51 -

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