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DIA SEGUNDO REFLEXION «Quien pide todo no se contenta con úna parte. Dios quiere que no guardes na– da tuyo para ti; te pide que te ofrezcas a El: El te ha redimido todo entero, a precio de todo su ser, a fin de que sola– mente El te posea todo entero. Dale tú to– do lo que te pertenece y El te dará todo Jo que a El le pertenece.» (San Antonio.) ¡ Qué bien supo practicar San Antonio estos consejos! Deseoso de darse a Dios profesó en la Orden de San Agustín, re– nunciando por los tres votos a su libre al– bedrío y a los placeres lícitos. Pareciéndo– le corta su entrega se abrazó más tarde con la Regla Franciscana, que no permitía sino lo justo para vivir; y queriendo que hasta su vida fuese un holocausto para Dios, se embarcó para Marruecos con el ·solo empeño de morir martirizado. Renun– ció a su ciencia permaneciendo como sim– ple fraile en el Capítulo General, en el que los superiores le relegaron a un oscuro eremitorio. · ¡ Y quizá nos creamos generosos para con Dios, porque hemos entregado un pu– ñado de dinero para los pobres! -44-