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negocio; a pesar de esto puedes y debes ser santo. Anímate, y con el auxilio del santo lle– garás a la meta. (Medítese lo leído y pídase la gracia -.,.. que se desea alcanzar.) EJEMPLO El Espíritu Santo llenó a Antonio de su fortaleza, Recuerda con qué valor se presentó ante Nerón de la Edad Media, Ecelino Romano «hijo del diablo», que se complacía en ver morir de hambre a los que inicuamente tenía encenados en sus mazmorras. «¿Hasta cuándo -le dijo-, cruel tirano, proseguirás derramando san– gre inocente? Pues sábete que la espada del Señor está ya suspendida sobre tu ca– beza y tu juicio será terrible». La fiera quedó hipnotizada ante aque– llos ojos que despedían lumbre y cayó a sus pies prometiendo enmienda. Cae también tú a sus pies y promete mejorar de vida. (El Responsorio como el primer día.) - 37 -