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bró su corazón, y toda la esencia de sus venas la dedicó a Cristo, y Cristo le pre– mió ensalzándole ante todo el mundo. Efectivamente, San Antonio es el más popular de todos los santos: buscadme una -,. familia cristiana que no lo invoque, una iglesia donde no se le venere y un país donde no se le conozca. San Antonio vive y vive perpetuamente en los corazones de todos los cristianos. ¿ Y cómo no lo han de querer si es el protector universal y benéfico de toda clase de calamidades? San Antonio no es médico especialista, es médico universal que cura toda clase de enfermedad de al– ma y cuerpo, y si tiene especialidad es su amor a los pobres. Alma devota, cuando el pueblo cristia– no en masa sigue una idea o devoción es que el Espíritu Santo maneja las almas en esa dirección. Déjate guiar, pues, por este impulso del divino Espíritu, amando a San Antonio con predilección y honrándolo con sus cultos. (Medítese lo leído y pídase la gracia que se desea alcanzar.) -34-