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al momento el santo e invocando a la Vir– gen con su oración familiar, ¡ oh gloriosa Señora! , y haciendo la señal de la Cruz en la frente se vio libre del peligro. Así, así debes hacer tú en las tentacio– ·.,.nes; invocar a la Virgen y la victoria se– rá de tu parte. (El Responsorio como el primer día.) MARTES DECIMO (Oración como el primer día.) SAN ANTONIO TAUMATURGO Dios no se deja ganar en generosidad, ni tampoco la Virgen María. Las tres di– vinas personas y la Santísima Virgen su– pieron darle todos sus dones. El Padre le dio su poder; el Hijo, el amor de todos los pueblos; el Espíritu Santo, el fuego de amor, y la Virgen, a su propio Hijo. El Padre le dió el poder. Habiéndole destinado para combatir las herejías y el pecado, puso en sus manos la honda poderosa del milagro con el que, como David a Goliat, supo vencer al ene– migo de la Iglesia, al Goliat de la herejía. «Yo hablaré por tu boca -le dijo como a Moisés- y si no creen a tus palabras, - 31-