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cial que le aceptase por caridad entre sus religiosos; así lo hizo el Provincial de Bo· lonia, el cual lo destinó al eremitorio de Monte Paulo, donde llevaría vida oculta y escondida e ignorada del mundo; allí hu• hiera permanecido para siempre si la Pro· ·• videncia de Dios no le hubiera sacado en beneficio de las almas. ¿Eres tú tan amante de la soledad y de la vida oculta? (El Responsorio como el primer día.) MARTES NOVENO (Oración como el primer día.) DEVOCION A MARIA Sería una omisión gravísima el no pen– sar en la devoción de San Antonio a la Virgen. Como hijo de San Francisco no podía menos de distinguirse en el fervor mariano. Con amor filial él la saluda a cada pa– so con su oración favorita: ¡ Oh gloriosa Señora! Entre sus devociones Marianas sobresa– lía el rezo de las tres Avemarías para honrar la pureza de María y conseguir para sí una perfecta pureza de vida, cosa que en sus predicaciones aconsejaba enea- - 29-