BCCCAP00000000000000000001222

¡ Qué obediencia la suya, sin réplica, sin refunfuño interior, doblegándose por entero a la voluntad de sus superiores! Aprende, alma devota, tan hermosas lec– ciones como el Maestro Antonio de Padua ·,- teda. Esta es la mejor devoción, la que tien– de a la imitación y copia de sus virtudes. No digas que eres devoto del Santo si no tratas de copiarlas en tu corazón. (Medítese lo Jeído y pídase la gracia que se desea alcanzar.) EJEMPLO Mientras un día estaba en profunda oración aparecióse el Niño Dios mirándole y acariciándole con celestiales sonrisas y caricias. ¡ Qué dulzura la del santo en aquellos momentos! Mas he aquí que mientras estaba en estos dulces coloquios, oyó tocar la campa– nilla llamando a los religiosos al coro; ni un momento dudó lo que debía hacer; des– pidióse del Niño Dios y dejó a Jesús por obedecer a Dios. Cuando luego vuelve a su retiro en– cuentra a su Jesús que, en premio a su obediencia, le esperaba en su celda. -26-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz