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Finalmente, si' de una voluntad constan– te nace un hombre de carácter, de un hom– bre de carácter nace el valor en los grandes momentos dolorosos o difíciles de la vida, y Antonio tuvo valor para recibir grandes desprecios y para enfrentarse con grandes personajes como el tirano Ecelino. ¡ Cuánto que te conviene ser un carác– ter! Pues bien, esto se consigue con esfuer– zos cotidianos de vencimiento. Aprende a vencerte y llegarás a ser dueño de ti mismo. (Medítese lo leído y pídase la gracia que se desea alcanzar.) EJEMPLO Un novicio de la Orden, instigado por la tentación del espíritu de las tinieblas, se determinó a salirse de la Orden seráfica para volverse al mundo, y San Antonio, movido a compasión por el peligro que aquella alma corría, acercóse al novicio y soplándole sobre el rostro le dijo como Jesús a sus apóstoles: «Recibe el Espíritu Santo». El novicio cayó desmayado hasta que el santo lo levantó y manifestó que en aquel momento en que San Antonio le ha– blaba tuvo una visión celestial que le animó grandemente a la perseverancia. Y, efectivamente, llegó a ser un perfec– to religioso. -16-