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toda santidad es la gracia que nos hace hijos adoptivos de Dios. Desde que esa gracia nos fué infundida por el bautismo, el Espíritu Santo habita en nosotros con el Padre y el Hijo. ¿ Qué hace el Espíritu Santo en nuestras almas r Eleva como la gracia eleva rmestra naturaleza hasta hacerla participante de la vida divina y la capacita para obrar sobre– naturalmente; el Espíritu Santo eleva hasta un nivel sobrenatural las potencias de nues– tra alma, depositando en ellas las energías y hábitos convenientes ; de ahí provienen las virtudes sobrenaturales, sobre todo las teo– logales : fe, esperanza y caridad que son las virtudes características de los hijos de Dios. "Así como la vida del cuerbo consiste en "la unión del cuerpo con el alina_. la vida del "alma consiste en la unión del alma con el "Espíritu Santo". (San Agustín, Sermo 187 de tempore). Idea que León XIII canoniz::t, por decir– lo así, al afirmar que "si Cristo es la cabeza de la Iglesia el Espíritu Santo es el alma de ella". (Encicl. "Divinurn illud nmnus", 9 de mayo de 1897). Esas dos operaciones de Cristo y el Espí– ritu Santo, lejos de estorbarse, i:e completan. Sólo Jesús, por ser hombre, puede ser la cabeza de un cuerpo místico compuesto de hombres, porque la cabeza y los miembros han de ser de la misma naturaleza; mas, en 79